En este primer conversatorio organizado por el Senador Nacional Eduardo Galaretto, se abordó como eje principal las perspectivas futuras de la lucha contra el dengue. Las exposiciones estuvieron a cargo de especialistas en el tema, como el dr. Roberto Debbag, Vicepresidente de la Sociedad Latinoamericana Vacunología; la dra. María de los Milagros Abraham, Coordinadora de Programas de Salud Municipal de Avellaneda, Santa Fe y la dra. María Florencia Galati, Jefe de Servicio de Infectología del Hospital Italiano de Rosario. Como coordinador de la mesa participó el dr. Hugo José Fontanarrosa de Rosario.
En el conversatorio, además de la mesa de expositores, participaron expertos en investigación y tratamiento del dengue. Los intercambios, dejaron aportes y miradas sobre los diseños de estrategias y herramientas necesarias para crear desde el ámbito legislativo, que permitan contener la propagación de la enfermedad.
El senador Galaretto, abrió la mesa expresando la necesidad de “enmarcar el tema disparador del conversatorio en un plano más general”. En este sentido, dijo que “todos estamos interesados en el tema de la salud y estas discusiones, en estos ambientes, tendrían que servir para instalarlo en la agenda nacional y legislativa”. “¿Desde qué perspectiva estamos hablando de salud en la legislatura?” se preguntó Galaretto. “Estoy hace seis meses en el senado y buscando antecedentes, en el año 2023 la Comisión de Salud prácticamente no funcionó. En lo que va de estos meses, no se pudo conformar porque no hay marco de acuerdo entre los legisladores sobre cómo integrarla. Fíjense el orden de prioridades; cuando lo importante es el fin del trabajo que debe asumir la comisión”.
Para finalizar, el senador de San Lorenzo, agregó: “espero que este conversatorio nos sirva para priorizar los temas que debemos poner en agenda legislativa, como sería: instalar la necesidad de reforma del sistema de salud que permita un mejor desarrollo de la medicina”.
En tanto, la dra. María Florencia Galati, habló sobre la situación del dengue en las américas y el comportamiento que tiene la enfermedad. Se refirió a la situación nacional donde puntualizó que “hay un acumulado de 530.370 casos, con una letalidad del 0,07. Lo que es un poco por encima de lo que registra América, que es el 0,05. De los casos acumulados, en nuestro país, el 95% son autóctonos”. La especialista, hizo referencia a que “este brote comenzó antes que otras temporadas en nuestro país y superó en casos, a las temporadas anteriores. En Santa Fe se llevan registrados en esta temporada, 80.000 casos en todo el territorio y es lo máximo registrado en la historia, con 39 fallecidos”. La doctora hizo hincapié en que “por cada persona que presenta síntomas, hay de 8 a 20 contagios asintomáticas”.
Respecto al diagnóstico, especificó que “es clínico, epidemiológico y de laboratorio. Hay que contar con estrategias de vigilancia epidemiológica y registro de casos confirmados o sospechosos y tener una red de vigilancia laboratorial”. También puntualizó en lo indispensable “del seguimiento del paciente y la capacitación del personal, para abordar los diagnósticos”.
La dra. María de los Milagros Abraham, centró su exposición en la experiencia y organización que tienen en el Municipio de Avellaneda en Santa Fe, para abordar la lucha contra el dengue. En este sentido, explicó el trabajo de “diagnóstico de situación a través de las ovitrampas, para hacer un mapeo semanal del índice larvario. Esto permite trabajar sobre esos datos en forma constante durante todo el año”. Según explicitó la especialista, “los datos recogidos sirven para georeferenciar y determinando los espacios con mayor presencia del mosquito. En estos lugares, se fumiga semanalmente. Además, se capacitan promotores, talleristas que actúan como difusores en estamentos de educación formal y no formal, y al personal de salud”.
Otra de las medidas que se realiza como prevención, según explicó Abraham es la “descacharrización, que se aplica bajo un programa semanal durante todo el año. A lo que se suma una estrategia de comunicación continua con la población”. Si bien la acción general del municipio es la descacharrización, explicó la doctora, “cuando se informa un caso de dengue, se activa el protocolo de bloqueo de casos y se fumigan las manzanas aledañas”.
El dr. Roberto Debbag se refirió a que “hay tres factores en América Latina que están acelerando la gravedad del dengue. El primer factor es el cambio climático, con o sin fenómeno del niño, que da las condiciones para que haya cada vez más mosquitos que transmiten enfermedades. El segundo factor, es el aumento de la pobreza en América Latina; que hace sea mayor la cantidad de afectados en poblaciones específicas, porque las personas que viven en la pobreza, tienen un ambiente casi inmodificable en cuanto al acceso a los servicios como el agua potable, cloacas, etc. El tercer factor se relaciona con lo genético, por el no acceso al sistema de salud y a buenos diagnósticos. Y por último, debemos atender la falta de integralidad de las políticas y las acciones”.
En su exposición, Debbag puntualizó que “hay que mejorar la epidemiología, con centros centinelas específicos y con la epidemiologia molecular. Como así también, las plataformas colaborativas en donde se democratiza y comparte la información. Conocer la historia de los lugares, permite intervenir con mayor especificidad. Hay que conocer al vector, al mosquito, conocer su resistencia a los insecticidas. Conocer la conducta de los mosquitos, para evitar la confusión y la falta de credibilidad en quienes dan el mensaje. Mejorar el medio ambiente para evitar las fuentes de crecimiento del mosquito y su reproducción por la falta de servicios básicos. Es decir, muchas veces no depende solo de la descacharrización, sino de sanear el medio ambiente donde vive la gente. Asegurar el acceso a la salud para que nadie se quede en su casa ante un síntoma, hay que bregar por los derechos de los pacientes, con disponibilidad de acceso a los diagnósticos”.
En cuanto a las vacunas, Debbag dijo con firmeza “hay evitar discusiones banales basadas en no evidencia científica, en mensajes contradictorios al respecto. Hay estudios que nos informan sobre los comportamientos de los indecisos ante las vacunas. Apuntan a los responsables de las directivas en la vacunación, en si toman roles de indecisión y cómo esto afecta en la credibilidad. Acá tenemos el mejor ejemplo, con las vacunas contra el dengue. Está recomendada su utilización, aunque no es la solución definitiva, es una herramienta para bajar la mortalidad de la población más afectada”. Para finalizar, aseguró “hay que trabajar la comunicación efectiva para cambiar conductas humanas”.