El Senado aprobó leyes clave para reforzar la universidad pública y la salud pediátrica: fuerte reclamo por un rumbo claro del Gobierno

El Senado de la Nación sancionó este jueves dos proyectos fundamentales para el financiamiento universitario y la salud infantil, en una sesión que, además del consenso, estuvo marcada por duras críticas a la falta de planificación del Poder Ejecutivo y la ausencia de un presupuesto nacional que ordene las prioridades del país.

Por amplia mayoría, se aprobaron la Ley de Financiamiento Universitario, que garantiza partidas actualizadas para el funcionamiento de las universidades públicas, salarios docentes, no docentes y becas estudiantiles; y la Ley de Emergencia Sanitaria Pediátrica, que declara en emergencia por un año al sistema de atención infantil y reconoce al Hospital Garrahan como centro de referencia nacional.

“Votamos a favor del futuro”, expresó la senadora Gabriela Valenzuela (Corrientes), al destacar que la educación pública “necesita presupuesto protegido, salarios dignos y becas para nuestros jóvenes”, mientras que el sistema sanitario infantil “no puede depender del esfuerzo heroico del personal” y requiere “respaldo político y financiero”.

Durante el debate, senadores del bloque radical coincidieron en remarcar el valor estratégico de la educación universitaria. El senador Maximiliano Abad (Buenos Aires) subrayó que el crecimiento del país “no es automático ni solo cuestión de exportaciones”, sino que depende del nivel educativo:

“El desarrollo integral de un país descansa en el nivel de educación que ese país tiene”.

Abad explicó que la nueva ley implica recomponer gastos y salarios a valores de diciembre de 2023, convocar a paritarias y actualizar becas. Señaló que los sueldos docentes aumentaron solo un 111% frente a una inflación del 146% y que las inversiones universitarias cayeron un 22% en 2024.

Desde Catamarca, el senador Flavio Fama, exrector universitario, realizó una encendida defensa del sistema:

“La universidad no es una escuelita: ahí se genera criterio, argentinos responsables y dirigentes”.
Cuestionó las descalificaciones sobre el mal uso de fondos y exigió transparencia, pero sin deslegitimar una institución que calificó como “columna vertebral de la Nación”.

En la misma línea, Martín Lousteau (CABA) afirmó:

“No hay nada que te pueda dar el Estado argentino que transforme tanto tu vida y la de tu descendencia como la educación universitaria”.

El senador Zimmermann enfatizó la centralidad de la educación pública en Argentina: “Garantizar el financiamiento de la de la educación universitaria pública muchos de nosotros somos producto de la universidad pública y muchos jóvenes seguro seguirán siendo producto de la universidad pública por lo tanto es un tema central de las políticas en la Argentina

La segunda ley sancionada fue la de Emergencia Sanitaria en Salud Pediátrica, que busca fortalecer la atención médica infantil ante la crisis del sector. La iniciativa fue respaldada por todos los bloques, aunque con observaciones.

El senador Eduardo Vischi (Corrientes) valoró que la norma da “apoyo a todo el sistema” y reconoció a los trabajadores del Garrahan, calificando su labor como “excepcional”.

Por su parte, Carolina Losada (Santa Fe) aclaró que la medida no busca ampliar estructuras sino “mantener al Garrahan en este momento tan difícil”.

En su intervención, Abad consideró que tratar al Garrahan como referente nacional no es un gesto simbólico sino una necesidad urgente:

“No se puede garantizar el derecho a la salud infantil sin medicamentos, sin insumos, sin infraestructura y sin salarios dignos”.

Más allá del apoyo a las leyes, varios senadores hicieron duras críticas al Ejecutivo por no presentar un proyecto de presupuesto nacional. Abad comparó la situación con “navegar sin GPS” y sostuvo que “la falta de marco legal genera crisis autoinfligidas”.

Vischi fue uno de los más duros al advertir que el gobierno actúa sin “plan ni objetivos”, y que decisiones parciales como los recortes al INTA representan un “modelo ideológico que debilita instituciones en vez de fortalecerlas”.

“Nosotros no estamos dando un golpe a este gobierno —afirmó—, estamos diciendo que el Congreso quiere construir el país colectivamente”.